Finalizaron los Juegos Olímpicos, pero comenzó el juego más mundialmente argentino (aunque su origen sea inglés).
Después de más de diez años de su primera edición, vuelve de la mano del diario Clarín, “Gran D.T.”.
La posibilidad de armar un equipo de fútbol con las dificultades de los presupuestos y el azar de lo que hagan los verdaderos protagonistas dentro del campo de juego.
Y la mayoría masculina (y una buena parte femenina) que sabemos que los lunes pueden ser gloriosos o pesados según el desempeño del equipo el fin de semana anterior. Si en el trabajo, café, escuela, o medio de transporte se escuchan las propias voces sabiondas sobre la táctica y estrategia que se debería haber utilizado. Si el tiro libro lanzado a las nubes nosotros lo hubiésemos ejecutado junto al palo donde el arquero jamás hubiese llegado.
Ahora, con la excusa del juego, nuestros conocimientos futboleros tendrán puntaje y la lectura de cada partido tendrá un condimiento extra, ya que no faltará quien tenga que lanzar un pequeño grito de gol de un jugador contrario a nuestros colores pero que, por una cuestión de necesidad, integra nuestro equipo soñado.
Después de más de diez años de su primera edición, vuelve de la mano del diario Clarín, “Gran D.T.”.
La posibilidad de armar un equipo de fútbol con las dificultades de los presupuestos y el azar de lo que hagan los verdaderos protagonistas dentro del campo de juego.
Y la mayoría masculina (y una buena parte femenina) que sabemos que los lunes pueden ser gloriosos o pesados según el desempeño del equipo el fin de semana anterior. Si en el trabajo, café, escuela, o medio de transporte se escuchan las propias voces sabiondas sobre la táctica y estrategia que se debería haber utilizado. Si el tiro libro lanzado a las nubes nosotros lo hubiésemos ejecutado junto al palo donde el arquero jamás hubiese llegado.
Ahora, con la excusa del juego, nuestros conocimientos futboleros tendrán puntaje y la lectura de cada partido tendrá un condimiento extra, ya que no faltará quien tenga que lanzar un pequeño grito de gol de un jugador contrario a nuestros colores pero que, por una cuestión de necesidad, integra nuestro equipo soñado.
Volvió el “Gran D.T.”, el juego que representa la mayor pasión de los argentinos.